Luces, cámara… ¡ectoplasma! La Fiesta del Día del Estudiante merecía una producción a la altura, y el cuerpo docente del ISGL aceptó el desafío. Dejaron los libros a un lado para empuñar sus armas de protones y traernos de vuelta a los héroes que marcaron a una generación.
Lo que van a ver a continuación es el registro íntimo de esa aventura. El esfuerzo, la concentración y, sobre todo, las incontables risas que quedaron fuera de la edición final. Un vistazo al corazón de un equipo de profesionales que no solo comparte su conocimiento, sino también su alegría y su pasión por hacer de cada día en el colegio una experiencia memorable.
Damas y caballeros, con ustedes, el “cómo se hizo” de una sorpresa fantasmagóricamente genial.